incólumes hacia el techo del mundo,
rozando con tus dedos la habitación de dios.
Y desde la más alta de tus oquedades,
la vista hacia el helecho robusto de tu pubis
invita al trágico desenlace de la muerte.
En la penumbra de donde emergen las
figuras verticales de tu naturaleza,
el bosque misterioso de tu entrepierna
esconde la tumba donde los viajeros fallecen;
ahí donde la sangre me llama para aniquilarme;
el cuenco que atraviesa el abismo de tu cuerpo
para nacer en el llanto hermoso de la carne;
ahí donde las aves del deseo sucumben
ante la imbatible brisa del vértigo de tu sexo.
Foto: Rhowen
1 comentarios:
Tengo un par de comentarios, pero luego tus fans se quejan de que soy muy dura contigo.
A riesgo de que me crucifiquen sólo adelanto: No está mal como borrador, jajajajajajaja.
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