contigo;
así que guarda las disculpas
y la lástima
debajo de la excusa.
Es con el cosmos con quien me siento intranquilo,
con estas jaulas del silencio
arremolinándose
en esta orbe posmoderna;
con estos rostros demolidos
cubiertos de antifaces
y arengas
que no saludan
y respiran poco;
con estos desperdicios
de besos rotos,
con estos libros de Cortázar
punzándome las venas
en horas imprecisas;
con el tránsito
y el horario laboral
cubriéndome de plata el sueño;
con estos zapatos
que se interponen cada mañana
entre el cielo de mi suelo
y mis ganas
de andar descalzo al mundo;
con las utopías caídas
de lo revolucionario
y el romanticismo
de los dioses muertos.
¿Cuánto debe soportar un hombre
antes de volverse idiota
y renunciar
a ser libre?
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