recorriendo los pasos que aún no has dado.
Por qué mis palabras te buscan incandescentes
sobre las avenidas de las calles que jamás pisaras.
Por qué los pensamientos, los sueños y los silencios,
planean viajar al país del costado de tu espalda.
Si te preguntas todo eso, niña cálida y sempiterna,
no podría contestarte nada de ello,
yo sólo he querido que sepas lo que sé de mí,
sólo quiero mostrarte lo que sé del mundo
y también lo que desconozco.
Enséñame tú si quieres los saberes,
qué has aprendido del amor y del deseo.
Tú que eres la puerta para brincar de este mundo a otro,
del que no sé nada.
Carlosdu
2 comentarios:
Escribes como pocos, es un poema hermoso...que bien que te conocí.
Que bella invitación a caminar juntos!
Letras tiernas.
Un beso!!
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