
la primera causa, el primer motor.
Lo reconstruyo con fotografías mentales:
tu cuello, tus ojos, el esmalte de tus uñas,
el color de tu cabello, el ángulo de tus pechos.
Tu cuerpo es mítico,
bíblico, metafísico, mágico.
Míralo en mi gramática seducido por mi sintaxis,
palabras como barro para modelar tu cadera, tu sexo;
y de tu cuerpo inerte y vacío brota la fantasía, nace un muerto.
Comienzo por hacerme amigo de tus letras
hasta terminar extasiado en un romance con tu nombre,
mientras más lo recuerdo más te conozco, infame,
nada sé de ti más que tu nombre y tu cuerpo
¿Qué tal si un día nos vamos por el mundo para conocernos?
Carlosdu
0 comentarios:
Publicar un comentario