Si acaso fue mentira, no lo digas.
El olor de tu cabello es delirante,
si yo pudiera ser tu amante
pasaría la vida entera
respirando de tu aroma
bebiendo de tus labios
y soñando con tu boca.
Si acaso fue mentira,
no lo menciones
ni con el recuerdo;
de aquello que no se puede hablar
es preciso callar,
de aquello que se tiene que callar
es preciso olvidar.
Fueron tan pocas las palabras
y tantos los deseos,
que por un instante soñamos
y olvidamos a terceros;
¿Qué importa si el mundo estalla mañana?
¿Acaso no podría esperar un instante más?
mientras dos desconocidos
se encuentran en el mar.
El alcohol es un buen pretexto
para encontrar motivos y razones.
Porque puede que el amor reproche
el desborde de fidelidad
que provocamos aquella noche;
entre besos, caricias y algo más.
Si acaso fue mentira, sonríe un poco;
no podría causarte más de dos problemas,
lo que me hiciste sentir
quedara grabado en un par de poemas;
lo que provocaste en mí
será desterrado entre las arenas
del desierto del olvido.
Carlos M Duro
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