te amo en
algún lugar
en tus ojos
y dientes
(muérdelo,
pero
ten cuidado
de no lastimar)
tú quieres
demasiado y
muy poco.
Las palabras
lo dicen todo,
te
amo
otra vez,
y entonces
para qué
es el
vacío. Para
ser llenado
ser llenado.
Escucho palabras
y palabras
llenas de
agujeros
dolientes.
El discurso
es
una boca.
José Vicente Anaya
1 comentarios:
genial, aunque no siempre las palabras son todo, pero si lo son la boca, los labios,etc. Mil besos y adios, nos vemos pronto.
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