El día de hoy en el blog de Minerva encontré una manera muy especial de compartir lo que estamos leyendo con los lectores del nuestro sitio. El caso es poner un párrafo de la página 123 del libro en lectura.
El libro que estoy leyendo, sin contar los libros de la facultad, es el de 2666 de Roberto Bolaño, y la página 123 contiene el siguiente párrafo que me pareció genial:
"La casualidad, por el contrario, es la libertad total a la que estamos abocados por nuestra propia naturaleza. La casualidad no obedece leyes y si las obedece nosotros las desconocemos. La casualidad, si me permite el símil, es como Dios que se manifiesta cada segundo en nuestro planeta. Un Dios incomprensible con gestos incomprensibles dirigidos a sus criaturas incomprensibles. En ese huracán, en esa implosión ósea, se realiza la comunión. La comunión de la casualidad con sus rastros y la comunión de sus rastros con nosotros."
3 comentarios:
ese ya lo hice, me late el que estas leyendo.
Hola carlos du, primero gracias por hacerle algo de publicidad a mi blog, jejejeje.
Será que realmente existe la casualidad, o esta viene a ser parte de una pieza fundamental en el rompecabezas llamado vida :)
Por cierto, mi post, del lunes no fue basado en la película de Mel Gibson, jajaja, sino en cierta visita que hice a un museo. Ni siquiera he visto esa película "Apocalipto"
Saludos!
Amo la casualidad y sus comités de sabores desconocidos, su falta de especulación y sus rostros que vendrán.
Vivo en constantes casualidades que se transforman en compañias penetrables y jocosamente las admiro.
Besos
Publicar un comentario