Mis otros Yo han muerto;
aquél sucumbió en la miseria, pero feliz,
aquél otro falleció triste a pesar de la riqueza.
Me muero cada día y cada segundo,
los dejo atrás, los cuelgo en la pared, a mis difuntos.
Ahora soy otro que empieza a vivir
con las monedas que me han legado,
sus lágrimas y sus sonrisas me empañan,
me llenan de viejos caminos,
y de vez en cuando me blasfeman.
Miro de nuevo las veredas,
con las retinas coloreadas de muerte,
De su muerte, de mis difuntos,
los miro tan lejanos pero me acompañan,
me enseñan y me educan como maestros.
Carlos Du
3 comentarios:
Me sentí fascinada con la idea de los otros yo difuntos, pero pienso que debe haber otros tú que no lo estén todavía... algunos otros tús que se renueven y que renazcan... pero esto es poesía... pues... igual me nació comentarlo.
Refundarse.. contratar nuevos instantes, nuevos yo.
Tus imagenes anteriores ya colgadas de quien sabe dónde, sólo son enseñanzas,
irrefutables momentos que estuvieron adoctrinando tus vidas que vendrán.
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Besos
Holaaaa, pase rapidito a saludarte :) que tengas un excelente fin de semana :)
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