Arrieros semos,
sin gorrito te ando.
Si te he visto,
no me acuerdo,
si te perdí el rastro,
atavíame
lucero
del
deseo.
¿Contarás a la bruja de tu espalda
que ahora que el salario no te alcanza,
hechicé de salmos tu pollera?
¡No
me
jo
das!
Si te han visto de ramera
vendiendo en cada acera
tu mermelada de tomillo.
¡¿Qué
me
ex-tra-ñas?!
Has de vista gorda margarí(t)as,
te quería y no querías;
revisa el verbo con-jugado.
Tiro a ocho,
salgo de oca,
voy de arriero
y sin sombrero.
Aunque tu boca
no perdone
los derrumbes del
deseo, al
vapor del verso
me desdigo.
Yo me voy
porque me
vine, por
el filo
en que se
presume,
se raja la cicuta en los labios de tu rimel.
sin gorrito te ando.
Si te he visto,
no me acuerdo,
si te perdí el rastro,
atavíame
lucero
del
deseo.
¿Contarás a la bruja de tu espalda
que ahora que el salario no te alcanza,
hechicé de salmos tu pollera?
¡No
me
jo
das!
Si te han visto de ramera
vendiendo en cada acera
tu mermelada de tomillo.
¡¿Qué
me
ex-tra-ñas?!
Has de vista gorda margarí(t)as,
te quería y no querías;
revisa el verbo con-jugado.
Tiro a ocho,
salgo de oca,
voy de arriero
y sin sombrero.
Aunque tu boca
no perdone
los derrumbes del
deseo, al
vapor del verso
me desdigo.
Yo me voy
porque me
vine, por
el filo
en que se
presume,
se raja la cicuta en los labios de tu rimel.
Cuadro: El salón de la Rue de Moulins (Toulause-Lautrec)
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