Quise tantas cosas de ti, que te quise por lo que no eras y quise darte lo que no pedías.
Pero no hay por qué hacer de este invierno el más frío, ni de estos ojos el mar muerto, si bien tu nombre es una araña en la garganta, también es cierto que la soledad es el mejor de los partidos.
Cuando las palabras como el fuego son medidas con goteros y el punzón de la mercadotecnia tatúa figuras por los poros de la ropa, ha llegado la hora del olvido.
María, entre las oscuras cuevas que aún habita tu recuerdo, los tritones levantaron los escombros y postraron un letrero: “Aquí guarece aquella civilización perdida que tu boca hirió a tiempo manso. Un día quise tanto, que simplemente, hoy no quiero”.
1 comentarios:
Que buena noticia el saber que este eespacio tan maravilloso sigue, muchas gracias Mario por seguir brindandonos tus letras.
Muchas felicidades y por cierto le eche un vistazo al blogg y wow que padrisimas estan las fotitos!!
Un abrazo desde el sur del DF
Rosy
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